El Procurador General se pronunció también en torno al caso de la alcaldía de Cabarete, del cual, asegura, es otro ejemplo de lo difícil que está resultando vencer esta cultura de la impunidad.
Santo Domingo, 3 ago (EFE).- El Procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito, expresó hoy su temor de que se profundice aún más la cultura de impunidad en materia de corrupción administrativa “que se percibe” en el sistema judicial del país.
En un comunicado difundido hoy, Domínguez indicó esa cultura de la corrupción actúa como los cárteles de la droga; compran actores del sistema de justicia, hacedores de opinión y mecanismos de control. Solo les falta matar y eso no puede ser, ni lo podemos permitir”, consideró.
También explicó que a partir de la reforma judicial de 1997 -con la selección de nuevos jueces y del estatuto del Ministerio Público-, se pensó que el sistema estaría en condiciones para romper la cultura de impunidad que, a su juicio, “tanto daño nos hace”.
Sin embargó, apuntó, la realidad ha sido totalmente diferente.
“Nuevamente el caso de Bienes Nacionales se suma a una serie de decisiones que obliga a preocuparnos. Estaban las pruebas, las auditorías, patrimonio público vendidos a compañías fantasmas, licitaciones viciadas, todo lo requerido para determinar la violación a la ley”, opinó.
Igualmente, Domínguez Brito señaló que en el caso de la Liga Municipal Dominicana “todos conocemos el secreto a voces. Las auditorías están ahí. Sin embargo, decisiones inoportunas y carentes de fundamentos legal por parte del Ministerio Público, en su momento, y la judicatura, hacen imposible una sanción”.
Lo mismo ha ocurrido con el caso de la Oficina de Ingenieros Supervisora de Obras del Estado (OISOE), “donde hemos solicitado a los tribunales plena libertad para investigar y resulta casi imposible”, manifestó.
Agregó que “si miramos más atrás, en el gobierno del expresidente Hipólito Mejía, vimos el caso del Plan Renove, donde millones de pesos fueron a parar a manos de particulares. Las sanciones fueron pírricas y ni hablar del caso de los invernaderos y los multiusos deportivos en la que la impunidad fue total”.
El Procurador General se pronunció también en torno al caso de la alcaldía de Cabarete, del cual, asegura, es otro ejemplo de lo difícil que está resultando vencer esta cultura de la impunidad.
“Si en adición a las debilidades institucionales y de recursos de la Cámara de Cuentas y del Ministerio Público, la judicatura destruye lo poco que se logra, entonces vamos muy mal”, opinó.
Por último, apuntó que un régimen generalizado de impunidad “golpea” lo más profundo del corazón de la democracia. EFE