CABARETE (R.Dominicana).- Un informe técnico elaborado en el año 2011, demostró cómo la extracción de arena del río Yásica afecta la vida de la playa de Cabarete, una de las más visitadas de la costa norte por la favorabilidad del viento para el deporte acuático, la tibia temperatura de sus aguas y la gran variedad de oferta complementaria para turistas jóvenes.
“En el año 2006 la playa de Cabarete se encontraba severamente afectada. La principal causa del deterioro era el insuficiente ingreso de arena debido a factores tanto globales como locales. Está comprobado que la arena de Cabarete procede básicamente de los ingresos terrígenos aportados por el río Yásica, a lo que se suma la producción biogénica de los organismos marinos”, dice el informe cuyos autores son los doctores Carlos García y Rolando Pereiras y el ingeniero Ernesto Rocamora.
Aunque la erosión afecta a la mayoría de las playas dominicanas siendo sus causas muy diversas, el estudio establece que en el caso de Cabarete la situación es más pronunciada y específica debido a que se suma a la extracción de arena del río Yásica la infraestructura que se ha construido en la orilla de la playa.
De acuerdo con otros documentos y estudios recolectados por 7dias.com.do, la construcción de infraestructura en la playa de Cabarete se ha hecho de manera desordenada, violentando la cantidad de metros que deben dejarse libre según la ley y sin tomar en cuenta el Plan de Ordenamiento Territorial aprobado por decreto presidencial en el año 2009.
Esto ha llevado, y lo confirman los expertos del citado informe, a un ritmo de retroceso de la línea de costa deteriorando sus condiciones recreativas y estéticas, además de graves daños materiales.
“(…) Hay una serie de acciones locales que aceleran la erosión y que llegan a provocar daños superiores a los que se deben a causas globales”, dicen los expertos al establecer que bajo la influencia de los vientos alisios y las olas del este, la arena se mueve hacia el oeste y luego de rebasar la Punta de Cabarete pasa a alimentar la playa.
En ese sentido, el texto indica que las extracciones de arena que se han practicado y aun se practican en las márgenes del río Yásica y los “incalculables daños producidos a los arrecifes coralinos” y otras comunidades bentónicas producto del calentamiento, la contaminación y su explotación indiscriminada, condujeron a una sensible reducción en la entrada de arena a la playa.
Infraestructura playera
“Esta situación se vio agravada con la construcción de una serie de espigones en Punta Cabarete para favorecer unas pocas instalaciones. Si bien estas obras fomentaron la formación de una excelente playa en esa zona, fueron las responsables de cortar el escaso suministro de sedimento hacia el oeste, con lo que se afectaron varios kilómetros de costa deriva abajo”, exponen los expertos en su informe.
Agregan que con el interés de suplir el déficit en los ingresos naturales, en el año 2006 el Ministerio de Turismo puso en marcha un proyecto de “Alimentación Artificial de Arena” que devolvió a la playa el ancho perdido durante varias décadas. El proyecto, refiere el documento, se complementó con la retirada parcial de los espigones construidos en Punta Cabarete para restablecer en la medida de lo posible las tasas de transporte y garantizar el paso de arena hacia la playa.
“Teniendo en cuenta la dinámica litoral de la zona, la frecuencia e intensidad de las tormentas y las posibles tendencias en el movimiento de los sedimentos, con la ejecución del proyecto se ofrecieron garantías para la playa en su conjunto de 8 años, pero se destacaba la existencia de zonas críticas (…) donde la estabilidad de la arena sería apenas 3-5 años”, indican los expertos.
Asimismo, explican que precisamente la zona de Punta Cabarete era el sitio más vulnerable por dos razones principales. “En primer término se trataba de una zona donde se había ganado terreno al mar y que había crecido artificialmente a expensas de cortar el ingreso de la arena a otros sitios, por lo que al retirar las obras de ingeniería se produciría un inevitable pero necesario retroceso, si se quería salvar la playa en su conjunto. En segundo lugar era el extremo deriva arriba del vertimiento, por lo que solo recibiría nuevos materiales como resultado de la muy diezmada producción natural, mientras que las áreas deriva abajo se continuarían beneficiando por mucho tiempo de la arena artificialmente vertida”.
Aseguran que para conocer la evolución de la playa y poder corregir a tiempo cualquier afectación en las condiciones del lugar, estaba concebido mantener un monitoreo sistemático de la costa que sustentara científicamente cualquier propuesta de manejo y mantenimiento. “Lamentablemente, el programa de monitoreo nunca se implementó y tampoco llegó a desarrollarse una estrategia de mantenimiento y ordenamiento ambiental”.
Según la carta de presentación del texto remitida el 24 de julio de 2011 a Petter Orr, de la Asociación para el Desarrollo de Cabarete (ADECA), existen evidencias de que muchas de las prácticas que han acelerado el deterioro de la playa se siguen realizando, como son las extracciones de arena en el río Yásica y la destrucción de los arrecifes coralinos y otras comunidades marinas.
“Como primer paso para evaluar objetivamente el problema y ofrecer soluciones coherentes, es imprescindible reactivar el programa de mediciones y hacer un diagnóstico actualizado de la situación del litoral dentro de los límites del sistema costero”, sugiere el informe al agregar que aunque deben considerarse los resultados que arroje este pequeño estudio, es previsible que para mitigar la severa afectación que está sufriendo la zona de Punta Cabarete pueda construirse una especie de rompeolas que propicie la acumulación de arena de forma similar a la que funciona en los arrecifes naturales, con lo cual se le podría llamar “arrecife artificial”.