Se ha desatado una gran guerra vía correos digitales entre nuevos inversores, que quieren construir nuevas instalaciones hoteleras y de Bienes Raíces y los ambientalistas que defienden la fauna, la brisa del mar, los deportes acuáticos y la playa, mientras los primero luchan para conseguir los permiso de lugar para el inicio de sus obras, los segundo han desatado andanada de críticas en contra de estas construcciones, y el no cumplimiento de los acuerdos arribados entre el Gobiernos y miembros de las instituciones que agrupan a lo ya establecido en Cabarete, mientras que MITUR para curarse en salud mando hacer un estudio, para ver si ciertamente las nuevas edificaciones perjudicarían la práctica de los deportes extremos, fuente de este enclave turístico. Esta es una de la repuesta de Peter Orr, pasado presidente de ADECA. Más de tres años después del decreto presidencial que aprobó el plan de ordenamiento territorial de Cabarete vemos una seria de intentos de socavar sus provisiones, particularmente las restricciones sobre la altura de edificios frente a la playa. Estas restricciones fueron incluido en el plan con el apoyo de los Cabaretenses no solamente por razones estéticas. Para proteger el futuro de Cabarete como un centro de deportes acuáticos, el plan incorporó las lecciones locales y de todo el modo que muestran que la altura de edificios frente a la playa afecta el viento en la playa y contribuya a la erosión de la playa. Hay intereses económicos particulares que quieren eliminar esas regulaciones o conseguir permisos especiales para no respetarlas. Esos intereses están atrás de la propuesta cínica que MITUR financia un estudio de viento en Cabarete. Su motivo es igual que lo de los que niegan la existencia de cambio climático –poner en duda la evidencia existente para seguir prácticas que atentan contra el ambiente. Pero en este caso, mucho menos complicado que el cambio climático, uno no tiene que ser un científico para entender que el viento no pasa por un objeto sólido sin ser desviado en frente y alrededor de ese objeto. Y no debe ser difícil entender lo que muestra la ciencia que el disturbio del viento en frente de una edifico es directamente relacionado con la altura y tamaño del edificio. La intención de los que dicen que un estudio de viento es necesario es bastante claro. En el último año han solicitado y conseguido de MITUR permisos para violar las regulaciones sobre alturas de edificios establecidos en el Plan de Ordenamiento Territorial de Cabarete. Ni las regulaciones existentes ni la ciencia existente les pararon. El propósito de la propuesta del estudio es nada más que poner en duda la legitimidad de las regulaciones mientras siguen el negocio de permisos para violar las regulaciones. Si MITUR tiene los recursos para un estudio en Cabarete, debe usarlos para un estudio que Cabarete necesita. Los técnicos contratados por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales que estudiaron los corrientes de nuestra costa en 2006 en preparación para el proyecto de la restauración de la playa de Cabarete indicaron que más estudio fue necesario para determinar cómo se puede hacer modificaciones locales en los corrientes costales que traen arena hacia la playa de Cabarete para reducir la erosión en la playa y posiblemente crear una restauración natural de la playa. No se hizo ese estudio y ahora hemos perdido grande parte de nuestra playa. Eso es el estudio que MITUR por fin debe finan
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