Encrucijada verde en Cabarete – Juan LLado – Diario Libre 29.05.15

0
1969

playa de cabarete mayo 2015Hoy día afloran algunas situaciones que mueven a gran preocupación en torno a los recursos naturales del municipio  Cabarete, como es la extracción de materiales de construcción.

Para consolidarse como un apetecible destino turístico de la Costa Norte, Cabarete necesita cuidar sus recursos naturales. No sólo se requiere que la playa cumpla con las normas del programa Blue Flag, sino también garantizar la salud de los ríos, lagunas y humedales aledaños. Por la conectividad entre los ecosistemas, si uno de estos últimos sufre daños, los demás se verían también amenazados. Es decir, eventualmente se pondría en peligro la misma playa, el recurso fundamental que hace atractivo y rentable al destino.

Hoy día afloran algunas situaciones que mueven a gran preocupación. Los peligros que representan el Circuito Vial que propone la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estados (OISOE), el libertinaje en la extracción de arena de los ríos, la falta de un alcantarillado y la inadecuada planta de tratamiento de aguas residuales podrían malograr su pujante industria turística.

Afortunadamente, las organizaciones representativas de la comunidad están alerta, y en pie de guerra. Pero los reportes informales sindican a la desidia y complicidad de algunas de las autoridades provinciales y nacionales como los principales culpables.

En la mirilla y sobre el tapete está hoy la evidente agresión medioambiental que podría representar el proyecto de la circunvalación que propone la empresa CEMEX por intermedio de la OISOE. Este consiste de una vía de 5.2 kilómetros que pasaría al sur de la población y de la actual carretera, pero que requiere del relleno de los humedales que existen en la zona de amortiguamiento del Monumento Natural Lagunas Cabarete y Goleta (“El Choco”), el cual se extiende paralelo a la costa por 6 kilómetros. Tal diseño de la vía, con un enorme costo de RD$800 millones, impediría la circulación natural de las aguas y, en consecuencia, afectaría negativamente las lagunas.

Las organizaciones comunitarias y la Asociación de Desarrollo de Sosúa se han opuesto tajantemente a tal desaguisado. Al ser este el humedal más grande de la Costa Norte, el cual es esencial para mantener el equilibrio ecológico de la zona, cualquier desconsideración del mismo impactaría toda la región. Por eso su oposición ha sido comunicada a las principales autoridades nacionales y provinciales que tienen cartas en el asunto, pero a la fecha todavía persiste el peligro de que se continúe con el proyecto.

La comunidad prefiere la alternativa propuesta en el Plan de Desarrollo de Cabarete del Ministerio de Turismo del 2010, la cual vislumbra un elevado de kilómetro y medio de longitud para así proteger los humedales. (Su costo se calculó en solo un 22% del costo del proyecto de la OISOE, incluyendo la arborización y el peatonal.) Hay otros, sin embargo, que preferirían que la circunvalación consista en el asfaltado (o encementado) de la carretera que discurre entre Sosúa y Veragua. Y otros opinan que el problema de la circunvalación no es tan urgente, y podría obviarse construyendo algunos parqueos en la zona urbana de mayor concentración de edificaciones y tráfico de vehículos.

Hace unos años, el Ministerio de Medio Ambiente logró conjurar la agresión que sufrían las lagunas con los rellenos que auspiciaba ilegalmente el Alcalde del Distrito Municipal para construir viviendas.

Pero todavía se continúa contaminando el agua de las lagunas con los pozos sépticos de la comunidad. Hace falta una urgente intervención para arrestar esa tendencia, dotando a la comunidad de un sistema funcional de alcantarillado y de una planta de tratamiento de las aguas residuales.

Las organizaciones comunitarias se sienten muy inconformes con lo que se ha hecho al respecto, porque implica la utilización de bombas con un gran consumo de energía. (Existían alternativas para que las aguas se manejaran por gravedad.) Lo último que se sabe es que ya se licitó la terminación de estas obras, pero no se tiene idea de cuando comenzarían los trabajos.

Mientras percola hacia la playa la contaminación proveniente de los pozos sépticos, Cabarete sufre una escasez de agua potable parcialmente atribuible a los abusos que se cometen contra el Río Yásica. Según un reciente reporte de la Academia de Ciencias sobre ese problema, “el área está sufriendo una depredación sistemática por parte de empresas que por un lado retiran las arenas y gravas del mismo cauce del río y por otro, destruyen los hermosos campos de dunas que se desarrollan tras las playas.” “De no frenarse de inmediato las actividades de extracción de arenas de la cuenca baja del Río Yásica, peligra gravemente, no sólo la salud ambiental de la provincia, sino su principal motor económico: el turismo.”

El impacto que esto tiene sobre la playa amenaza con hacerla desaparecer (como fue el caso hace unos años, cuando hubo que ejecutar un proyecto de regeneración para recuperarla). Se reporta que, pese a esta calamitosa situación, las autoridades provinciales de Medio Ambiente siguen otorgando permisos para la extracción de arena. Por suerte las nacionales han mostrado más conciencia, al multar severamente a un empresario extranjero que temerariamente desecó 40 tareas de manglares en la misma boca del río.

Proteger la playa y evitar interferencia con los vientos que la besan es un asunto de vida o muerte para la industria turística de Cabarete. En relación a esto último, el destino está clasificado como uno de los diez mejores del mundo para la práctica del windsurf y el kitesurf.

El reconocimiento que han ganado sus vientos para estos fines le ha servido a Cabarete para atraer una clientela turística deportiva que lo ha convertido en la capital de los deportes acuáticos de la región del Caribe. Por eso ha sido tan importante que el Plan de Ordenamiento Territorial que produjo el MITUR para Cabarete previene cualquier construcción que pudiera interferir con los vientos.

Pero de nada sirve proteger los vientos, si la playa no se mantiene descontaminada y en buena salud, en vista de que esta es la base de la actividad deportiva. Consciente de eso, el Poder Ejecutivo emitió el Decreto No.41-07 para crear el Parque Turístico Costero de Cabarete, una especie de área protegida, cuyo principal propósito es “velar por el cumplimiento de las disposiciones normativas de todo rango que afecten el ámbito del Parque Turístico”. Para manejar el Parque, el mismo decreto crea un Patronato que está presidido por el Viceministro de Turismo de la Costa Norte, y comprende otras autoridades y miembros de la sociedad civil.

Quien conoce las “imperiales” atribuciones que le confiere al MITUR su ley orgánica (No.84 de 1979) y examina el decreto mencionado llega de inmediato a la conclusión que la suprema autoridad en Cabarete es el MITUR. El decreto no crea específicamente un “área protegida” para ser administrada por el Ministerio de Medio Ambiente, ni tampoco crea un “polo de desarrollo turístico”.

Lo que crea es una nueva demarcación que parece una mezcla de los dos y la denomina “parque costero marino”, aunque el propósito de la disposición sea proteger la playa en tanto un valioso recurso natural. Y aunque hay algunas áreas protegidas que tienen patronatos independientes, el Jefe de la Administración Pública asigna la responsabilidad en este caso al MITUR.

Como el propósito del Patronato es velar por el “ámbito del Parque Turístico”, se infiere que el decreto anterior da facultades al MITUR para intervenir no sólo en la playa misma. Su jurisdicción incluye los humedales, lagunas y ríos que tienen un impacto directo en la salud de la playa. Basta recordar que los mismos están cubiertos por el Plan de Ordenamiento que elaboro el mismo MITUR para corroborar con esa conclusión: el Patronato es quien manda en el área aunque no alcance a ejercer ese mandato en toda la jurisdicción del Distrito Municipal.

Al MITUR le toca imponer la ley y el orden en Cabarete y, de paso, hacer valer su diseño para la circunvalación. Permitir que se entronice el abuso ambiental contra Cabarete sería el colmo después de lo que ha pasado en Bávaro. Si el MITUR falla en la tarea preventiva, va a desacreditarse significativamente.

Se cometen agresiones medioambientales que son rechazadas por organizaciones comunitarias.

http://www.diariolibre.com/ecos/2015/05/29/i1170321_encrucijada-verde-cabarete.html